La Economía del Conocimiento (EC) se define como un sistema económico fundado en la producción, distribución y uso del conocimiento, de la información y de la innovación como principales motores de desarrollo y crecimiento.
A diferencia de las economías tradicionales, que depende de los recursos naturales o se enfocan en la producción de manufactura, la EC se caracteriza por los siguientes elementos distintivos:
- Conocimiento: Constituye su activo principal, valorizándose la capacidad de generarlo, compartirlo y aplicarlo para crear valor.
- Intangibilidad: La economía se sustenta en la creación de bienes y servicios basados en activos intangibles como la propiedad intelectual, lo que incentiva la inversión en innovación y creatividad.
- Investigación y Desarrollo (I+D): Impulsa la creación de productos y tecnologías novedosas, necesarios para la competitividad de una matriz productiva y el crecimiento económico sostenible.
- Tecnología: Las TIC son esenciales para recopilar, procesar y distribuir conocimiento. Elementos como la digitalización, automatización y conectividad son pilares básicos.
- Capital Humano: Se prioriza la captación y formación continua de talento humano y la capacitación y especialización de profesionales, valorando la adaptabilidad, la capacidad de aprendizaje y tolerancia al fracaso.
- Colaboración: Empresas e instituciones académicas trabajan conjuntamente para fomentar avances técnicos y científicos.
- Globalización: Gracias a la conectividad digital, el conocimiento puede difundirse globalmente, potenciando la colaboración y el comercio internacional.
Este nuevo paradigma redefine los factores de producción, reemplazando los recursos naturales tradicionales por “el conocimiento” como el recurso más valioso que impulsa la innovación, la competitividad y el desarrollo sostenible.

La EC, es un sector estratégico porque aporta alto valor agregado, destacándose en áreas como tecnologías de la información y la comunicación (TIC), biotecnología, software, robótica, servicios profesionales (SBC), industrias creativas, desarrollo audiovisual, electrónica, geología, nanotecnología, ciencia de datos (big data), industria aeroespacial, inteligencia artificial (IA) e internet de las cosas (IoT). Este modelo busca posicionar al conocimiento como recurso estratégico.
En los últimos quince años, Mendoza ha integrado la EC como un componente esencial para que su diversificada su matriz productiva sea más competitiva con las de otras latitudes. Históricamente centrada en sectores como hidrocarburos, turismo y la agroindustria –especialmente vitivinicultura y olivicultura–, la provincia busca consolidarse como un polo de innovación y tecnología. Con una infraestructura académica robusta de ocho universidades y múltiples programas formativos, Mendoza busca:
- Reducir su dependencia de sectores tradicionales.
- Impulsar industrias basadas en el conocimiento.
- Incorporar tecnología en sectores tradicionales para aumentar productividad y competitividad.
La Agencia Provincial de Innovación, Ciencia y Tecnología lidera iniciativas para promover la investigación y facilitar la transferencia tecnológica entre el ámbito científico y productivo, como acompañar al desarrollo de las empresas de base tecnológicas, respaldada conjuntamente con actores destacados como el Polo TIC Mendoza, quien participa activamente con las distintas dependencias estatales en la generación de políticas públicas o propuestas de gestión, fomentando:
- Sanción de la Ley Provincial de Economía del Conocimiento: Impulsa el financiamiento de proyectos e incentivos fiscales.
- Creación de Parques Tecnológicos: como el Mendoza TIC Parque Tecnológico, el Parque Biotecnológico TECeste, en el Parque de Servicios e Industrias de Palmira, similares e incipientes casos ocurren en Tupungato, en San Rafael y General Alvear.
- Políticas de fomento: Promoción de programas para atraer inversiones y capacitar talento, también con incentivos o beneficios fiscales.
- Vinculación académica: Colaboración con las principales universidades, institutos y fundaciones de la región.
- Apoyo a startups: Surgimiento de incubadoras, espacios colaborativos y escuelas de oficios digitales en áreas clave como nanotecnología, energías renovables, industria aeroespacial, SBC, agtech y fintech.

A pesar de los avances, Mendoza enfrenta desafíos significativos en su camino hacia el fortalecimiento de su sector tecnológico, innovador y del conocimiento:
- Infraestructura digital: Aunque en mejora, sigue siendo insuficiente para maximizar la integración digital en el interior provincial y atraer inversiones.
- Retención de talento: La emigración de profesionales capacitados a centros urbanos o al exterior limita su impacto local.
- Acceso a financiamiento: Obstáculos para obtener capital en startups y empresas emergentes, a pesar de los incentivos actuales.
Con una base sólida en educación y una red de innovadores locales, la Provincia está en plena expansión de su EC. Si logra superar los desafíos actuales –como la infraestructura digital, la financiación y la fuga de talentos–, la provincia tiene el potencial de consolidarse como referente regional y nacional en economía del conocimiento.
- Fabricio Cuaranta es Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública. Fue presidente de Polo TIC Mendoza (marzo 2018 hasta octubre 2020) y vicepresidente de la institución desde octubre de 2020 hasta octubre 2022.