Los estudiantes mendocinos de esta institución educativa salieron subcampeones en el Mundial de Robótica en Singapur.
Tras haberlo dado todo en Singapur, llegaron recientemente a Mendoza, los subcampeones del Mundial de Robótica. En un clima de mucha alegría no faltaron globos, pancartas, carteles y aplausos al grito de campeones de los familiares, amigos y miembros de la comunidad educativa de la Escuela Tomas Alva Edison, tras posicionarse segundos entre 191 países.
“La verdad que estamos muy emocionados, muy contenta, agradezco que se hiciera todo en la provincia de Mendoza, hicimos rifas, un montón de cosas para poder llegar, yo tenía fe de que esto iba a pasar, y bueno, vieron que cuando uno va luchando solo, pero yo confiaba en mis alumnos y mis mentores que esto iba a pasar. Esta competencia trataba de alianzas estratégicas entre países, y deberían hablar y ponerse de acuerdo y vi a mis estudiantes con los mejores estudiantes a la par de otros países del mundo y defendiendo sus ideas, fue muy emocionante para mí ver, que el proyecto educativo tiene sus frutos, que es formar un estudiante global”, sostuvo Graciela Bertancud, de la Fundación Tomás Alva Edison a los medios presentes en el lugar.

El proyecto que debieron presentar en la competencia se trató de la construcción y de la programación de un robot a partir de un kit estándar de piezas para competir en colaboración en un juego que destacó la importancia de garantizar un futuro energético más limpio y equitativo, tal es así, que la comitiva argentina ha recibido nuevas invitaciones para competir con otros países en marzo.
“Nos han invitado al regional de Latinoamérica que se hace en marzo, y nos han invitado a visitar otros países, hemos hecho mucho trabajo colaborativo con otros mentores, así que, se abren las puertas del mundo a partir de ahora para interactuar con otras escuelas de otros países”, destacó Bertancud.
Posteriormente indicó: “Con los otros mentores empezamos a discutir el proyecto, hicimos la selección de los chicos y ahí empezamos, es un trabajo que desde el principio le pusimos muchísimo esfuerzo.
“Obviamente nuestro robot se robó la competencia, nos venían a decir de otros países que les encantaba, los jueces, los jurados, nos decían que les había gustado mucho, nosotros creemos que la suerte sumó un papel importante”, agregó Matías Gaviño, mentor del equipo.