Se trata de Marcos Bruno por su empresa Merovingian Data, dedicada a la gestión inteligente de datos, y de Paz Álvarez, por su start-up biotecnológica Zavia Bio.
Siempre los reconocimientos son importantes y más cuando quien los hace tiene un prestigio internacional.
Esta vez los premiados fueron dos jóvenes mendocinos de 28 años, que recibieron el reconocimiento por su labor a fines del mes de octubre.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT Technology Review), considerada como una de las mejores y más prestigiosas instituciones universitarias a nivel mundial, premió recientemente a Marcos Bruno (categoría Pioneros) y Paz Álvarez (Inventores) en menores de 35 años de Latinoamérica 2023.
Además de los mendocinos, otros cuatro argentinos fueron premiados por la MIT.
Los jóvenes reconocidos
En la categoría Pioneros fue reconocido el mendocino Marcos Bruno, que distingue a quienes detectan un problema y buscan como resolverlo.
El mendocino desarrolló una startup que usa big data e inteligencia artificial para que las organizaciones sean más eficientes.
«Con la inteligencia artificial y la analítica de datos es más fácil que nunca implantar soluciones tecnológicas y mejorar el rendimiento de la mayor cantidad de organizaciones posibles», concluyó el joven ingeniero.

Bruno es ingeniero mecatrónico y ha participado en iniciativas de ciencia y tecnología en diversos campos, como investigaciones en bioingeniería en la Universidad de Stanford.
En 2016 su sueño de ser astronauta comenzó a hacerse realidad. Es que tuvo la oportunidad de ser parte, como astronauta análogo, de un equipo de científicos e ingenieros que realizó experimentos en la Tierra, haciendo simulaciones bajo condiciones reales del espacio. Esta experiencia se replicó tres años después, en 2019, cuando fue parte de otra simulación en un centro financiado por la NASA.
En la categoría Inventores una de las reconocidas fue Paz Álvarez. quien desarrolló una empresa biotecnológica que busca aumentar la tolerancia a la sequía de los cultivos para afrontar la crisis climática.
El primer producto de su empresa Zavia Bio, es Z-Active, un líquido que se basa en moléculas naturales de las propias plantas potenciadas con biotecnología que se aplican en las hojas y favorece la adaptación a condiciones de falta de agua.
«Reducimos las pérdidas de cosechas en un contexto de sequía; es una herramienta para aumentar la producción y los ingresos de los agricultores en condiciones de crisis climática», explicó Álvarez y añadió que se trata de una «alternativa sostenible a agroquímicos que son nocivos con el medio ambiente».

Álvarez es licenciada en Relaciones Internacionales, egresada de la Universidad de Congreso, magíster en Internacionalización de Empresas de la Universidad de Ávila, España y estudió Tecnologías Exponenciales en Singularity University, EEUU.
En los últimos 10 años, se desarrolló laboralmente en el sector de la tecnología y la agroindustria, liderando proyectos tanto desde el sector público, privado y en organizaciones no gubernamentales (ONG).